sábado, 12 de julio de 2014

Vasos vacíos, o me falta un pe


Cuento un cuento de Malba Tahan. Sobre hijos que tienen que repartirse camellos que heredan del padre. Cuento que concluye paradojo y misterioso. Me retruca un contertuliano: ¿conoces ese de la camisa? Sale 97 mangos. Le pido 50 al amigo A, 50 al amigo B. Voy con cien a la tienda. Me compro la camisa. Sobran 3 mangos. Uno para A, uno para B, uno para mí. Ahora le debo 49 a cada uno, que suman 98. Uno más que me queda hacen 99. Parece que se evaporó algún mango de camino.

¿Como? A ver. Sigo el consejo de Polya en How to Solve It. Me simplifico el problema para sacar ripio. La camisa sale 7 y me prestan cinco y cinco. Pongo cinco porotos en los cinco vasos de A (un vaso por cada poroto). Asigno cinco vasos para otros cinco porotos de B. Yo me pongo diez vasos vacíos. En esos recibo los diez de los vasos de A y B que quedan vacíos, y que es mi responsabilidad llenar de nuevo. De mis vasos saco siete porotos, y siete vasos quedan vacíos. Se convierten en camisa. Me quedan tres vasos, cada uno con su respectivo poroto. De esos porotos paso uno a un vaso de A, y uno a otro de B. Sigo debiéndole cuatro a cada uno. Pongo el último que queda en mis vasos a en algún vaso de B, porque me cae más simpático el hecho de que venga después en el orden alfabético (da lo mismo si opto por A, en caso de simpatía inversa). Ahora le debo tres a B y cuatro a A. Más los tres ya devueltos suman exactamente diez.

Para igualar los cuentos, sumemos a las deudas así establecidas, la diferencia de 45 en el patrimonio recibido en préstamo, y el doble de esa cantidad en el precio de la camisa. No sé a ustedes, pero a mí no se me perdió ningún poroto. (En cualquier caso, me queda por resolver el asunto de cómo volver a llenar los vasos, es decir, devolver los siete o los 97 de la camisa, según que agarre por la versión simplificada o por la original; pero eso ya es asunto de negocios, y no de cálculo).

En criollo y para resumir, diríamos que, al devolver un poroto a cada uno, en realidad el préstamo era de 49, que duplicado da 98. Le resto el precio de la camisa y me queda un poroto. La falacia está en sumar ese rezagado otra vez, para obtener 99, y preguntarse dónde está el que falta para completar 100. Pero es puro espejismo, porque los préstamos efectivos no suman 100, sino 98.

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